Pasta rellena con pesto
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La cocina con Narda

Pasta rellena con pesto

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LA MASA

500 g de harina
sal
3 yemas
2 huevos
1 cucharada de aceite
1 cda. de vino blanco

Realizar una corona con la harina sobre la mesada y echarle por encima la sal.

En el centro, colocar las yemas, los huevos, el aceite y el vino blanco.

Incorporar los ingredientes hasta formar una masa bien uniforme.

Amasar durante 20 minutos y dejar reposar media hora, tapada con papel film, en la heladera

EL RELLENO

600 g de zanahorias
200 g de ricota
100 g de queso muzzarella
100 g de queso parmesano
3 yemas
Sal
Pimienta
100 g de semolín

Pelar las zanahorias y blanquear en agua hirviendo con sal durante siete minutos.

Retirar del agua y realizar un puré bien liso.

Condimentar con sal y pimienta.

Reservar.

Rallar bien finito el queso parmesano, la muzzarella y la ricota (conviene freezarla antes para que no se deshaga y si tiene mucho líquido escurrirla haciendo un torniquete con un repasador).

Colocar todos los ingredientes rallados en un bol y mezclar con las yemas.

Condimentar con sal y pimienta.

Unir esta preparación con el puré de zanahorias y reservar en la heladera hasta utilizar.

Retirar la masa de la heladera y estirar hasta que quede bien finita con una pastalinda o bien con un palo de amasar, mucha voluntad, paciencia y ganas.

Sobre una mitad de la masa estirada, colocar pequeños montoncitos del relleno dejando un espacio de 4 centímetros entre cada uno.

Con un poco de agua mojar la masa alrededor de los montículos.

Doblar la masa de la parte sin relleno colocándola por encima de la otra mitad. Pegar bien masa con masa.

Hay que cuidar que no quede aire en el interior para evitar que al cocinar los ravioles se abran.

Cortarlos dejando de margen un borde de masa y colocarlos sobre una superficie con semolín.

Calentar agua en una olla y cuando rompa el hervor, colocar los ravioles.

Cocinar al dente.

ELPESTO

2 atados de albahaca
70 g de nueces
70 g de queso parmesano
2 dientes de ajo
Aceite de oliva
Sal
Pimienta

Procesar la albahaca con la sal y el oliva.

Luego agregar las nueces, el queso parmesano rallado grueso, el ajo picado, la pimienta y más aceite de oliva.

Procesar hasta que quede una pasta homogénea.

Corroborar el aceite, la sal y la pimienta.

Retirar la pasta del agua, sartenear un minuto con el pesto y servir bien caliente.

El relleno de zanahoria queda muy bien con una manteca con tomillo y un toque de vino blanco. O con zucchinis salteados con hierbas y oliva.

Está permitido evitar el ajo para aquellos a los que no les guste, pero se lo pierden.

Para congelar la pasta rellena se deben colocar las piezas, bien separadas unas de otras, en una placa o plato con semolín.

Luego se llevan al freezer hasta que estén congeladas.

Recién entonces se pueden embolsar en porciones individuales.

El semolín es mejor que la harina para separar la pasta porque su grano es más grande y puede absorber mayor cantidad de humedad.