PRIMER PASO
1 solomillo
Aceite de oliva
Sal
Pimienta
1/2 taza de salsa de soja
1 cucharada de miel
2 cucharadas de mostaza de Dijon
Retirarle al solomillo los excesos de grasa y la aponeurosis (membrana que sirve de envoltura a los músculos). Sellar
en una sartén con aceite de oliva caliente, retirar, condimentar con sal y pimienta y reservar. En la misma sartén, colocar
la salsa de soja y levantar la caramelización que produjo el sellado de la carne, incorporar la miel y la mostaza. La mostaza
no se debe incorporar al principio y no hay que cocinarla por mucho tiempo ya que se cortaría y le daría a la preparación
una textura rugosa. Dejar reducir durante unos minutos.

SEGUNDO PASO
5 hojas de salvia
1 ramito de uvas blancas
1 ramito de uvas tintas
Salvia extra
Agregar la carne, la salvia y dejar que termine su cocción. Por último, incorporar las uvas cortadas al medio, sin las
semillas. Cocinar durante 3 minutos, moviendo la sartén de a ratos. Retirar del fuego y dejar reposar por 5 minutos.
Aparte, freír la salvia extra en aceite de oliva y secarla en un papel absorbente.
Cortar la carne en porciones de 5 cm de espesor y servirla con la salsa y las uvas. Decorar el plato con la salvia frita
y acompañarlo con un puré de calabazas o de batatas.
Al elegir el corte de cerdo en la carnicería o el supermercado hay que tener en cuenta que la carne debe ser rosa y firme,
con la grasa bien blancaTodas las piezas pueden ser grilladas o asadas, ya que la mayoría de los cerdos que consumimos son
animales de corta edad, tiernos. El único cuidado que debemos tener es que esté bien cocido, lo que no significa seco sino
que su carne pase los 175°, durante la cocción.
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